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Seguridad a largo plazo

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  • 25 febrero, 2013

Las rentas vitalicias operan en Chile desde 1983, en el marco del sistema privado de pensiones, regulados por el DL 3500 y desde 2004 también por la Ley 19.934.

Una de las principales decisiones que debe tomar una persona en su vida es seleccionar con qué tipo de jubilación contará durante su retiro, para asegurar su tranquilidad y bienestar. La mayor longevidad de la población, fenómeno mundial del que nuestro país no está exento, hace que las personas busquen alternativas con mayor seguridad. La renta vitalicia es para toda la vida y ofrece inmunidad ante las volatilidades del mercado y los aumentos en las expectativas de vida.

En la mayoría de los casos, la pensión es la única fuente de ingresos del jubilado y por lo tanto resulta relevante protegerse contra eventuales fluctuaciones financieras. Una pensión en UF logra este propósito y protege contra la inflación.

En 2012 el 70% de nuestros nuevos jubilados, que llegaron a 41.407, optaron por esta modalidad administrada por una compañía de seguros. El 30% restante lo hizo a través del sistema de Re tiro Programado o renta temporal que administran las AFP.

Durante 2012 el Sistema de Ofertas Públicas de Pensiones registró un incremento del 18,97o en las aceptaciones de pensiones de Rentas Vitalicias. La Asociación de Aseguradores de Chile (AAC11) proyecta que para 2013 las rentas vitalicias registren un crecimiento cercano al 10%.

Las compañías de seguros, por su parte, tienen constituidas reservas técnicas para hacer frente a las rentas vitalicias comprometidas. Esas reservas están invertidas en el mercado financiero, con el apoyo de profesionales altamente calificados.

 

Todos los meses se recalcula la reserva técnica en función de la cartera vigente de las compañías de seguros y trimestralmente éstas se someten al Test de Suficiencia de Activos, que proyecta los pagos de pensiones hasta que toda su cartera no esté vigente y la compara con los flujos de las Inversiones, Todas han cumplido holgadamente el TSA, por lo que es imposible que se incube un problema de largo plazo. Como un avance natural en la modalidad de rentas vitalicias, la Reforma Previsional de 2008 introdujo una nueva modalidad complementaria de jubilación: la renta vitalicia variable. En el marco de esa modificación, la Asociación de Aseguradores pro puso a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) un proyecto de póliza que permita ofrecerlo a los interesados. En el sistema propuesto, el pensionado recibiría una parte de la renta en UF y otra fracción puede ser invertida en instrumentos financieros de renta variable como fondos, índices o acciones. Lo que se busca en definitiva es aumentar las opciones de jubilación para los beneficiarios, para que tengan la posibilidad de obtener una pensión que en parte participe de los resultados de las inversiones. Como resguardo ante posibles crisis del mercado financiero, que puedan significar una caída del monto recibido por el jubilado, y para evitar que el Estado deba cubrir la jubilación, el modelo contempla fijar un piso mínimo en UF. La función de este piso será operar como renta vitalicia básica, que asegure un ingreso mínimo digno. Este modelo opera con éxito en Estados Unidos e Inglaterra, por lo que su viabilidad está probada y se espera que pueda comenzar a ofrecerse a los cotizantes en el primer semestre de este año. En el más largo plazo, será necesario seguir buscando mecanismos ingeniosos, que permitan a las personas acceder a este derecho previsional en las mejores condiciones. Es necesario seguir investigando fórmulas que permitan el acceso masivo al Ahorro Previsional Voluntario, como una manera de compensar el notable aumento de las expectativas de vida.

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