Además del SOAP, existe una amplia gama de seguros automotrices ante diversos siniestros. Los expertos llaman a cotizar, evaluar las opciones y sobre todo a informarse antes de decidirse.
Las ventajas de contar con un seguro voluntario
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- 10 marzo, 2014
En 2013, el parque automotor en la Región Metropolitana superó los 1,5 millones de vehículos, un 7,2% más que en 2013, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta cifra refleja una tendencia al alza en la cantidad de vehículos, como también en el número de vehículos asegurados en la capital y en otros puntos del país. De acuerdo con Jorge Claude, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Aseguradores de Chile, hoy casi el 40% de los automóviles cuenta con este seguro: “Es una cifra que se destaca en Latinoamérica y que refleja la mayor cultura aseguradora en el país. Una gran conciencia de la necesidad de proteger los bienes que se ha conseguido”, revela.
Leopoldo Briceño, presidente del Colegio de Corredores de Seguros & Asesores Previsionales de Chile, explica que independiente del SOAP (Seguro Obligatorio de Accidentes Personales), que cubre sólo daños a las personas, existe un tipo de seguro voluntario que tiene diferentes coberturas. “Lo básico es que cubra incendio, choque o volcamiento, robo y/o hurto, y responsabilidad civil del vehículo asegurado, es decir, daños propios incluyendo los daños a terceros. Este último puede contratarse por separado”, dice el ejecutivo. El SOAP lo debe contratar el 100% de los vehículos y cubre daños para el conductor, pasajeros y terceros en caso de sufrir un accidente. A esto hay que añadir que actualmente hay diversos tipos de seguros que cubren prácticamente la mayoría de los riesgos complementarios. Entre ellos se cuentan daños ocasionados por actos maliciosos, terremoto, inundaciones, entre otros.
El mercado asegurador en Chile es altamente competitivo y flexible, por lo que ofrece variadas alternativas que se ajustan a las exigencias de los clientes. Jorge Claude sostiene que estos seguros de carácter voluntario ofrecen coberturas por daños a materiales propios y también de terceros, tanto en caso de choques como de robo, entre otros eventos. “La cobertura más habitual es la de daños propios y a terceros, con o sin deducible. Existen además aquellos que incluyen servicios como auto de reemplazo y asistencia en viaje. También es una opción requerida la que cubre solamente la pérdida total y daños a terceros”, puntualiza el ejecutivo.
El servicio adicional llamado asistencia en ruta tiene sus particularidades. Briceño sostiene que en este caso “no necesariamente debe producirse el daño básico para que funcione, sino solamente que el vehículo tenga una falla mecánica para ocuparlo, por ejemplo: falla de batería, pana de bencina, etcétera. Aquí lo que se activa es un servicio in situ ya sea de grúa u otro que soluciona el problema”.
Incluso incluye una cobertura de vehículo de reemplazo, generalmente con un copago pequeño, mientras el vehículo se está reparando.
¿Cómo elegir?
Según Leopoldo Briceño, es un error sólo prestar atención al valor de los seguros. Hay aspectos como la cobertura, tipos de cobertura, deducibles, exclusiones a determinadas marcas y modelos de vehículos, scoring (condiciones especiales de aseguramiento, por ejemplo, de edad de quien maneja, del vehículo, etc.), entre otros, que son esenciales de considerar antes de contratar. “Lo más importante es que lo contraten a través de un corredor de seguros, que por obligación y normativa de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) deben asesorar al asegurado antes de tomar la póliza, durante la vigencia y sobre todo cuando ocurra un siniestro. Estos profesionales son capaces de cotizar en varias compañías de seguros y ofrecer el mejor producto, servicio y precio”, plantea. Además, otro tema que anticipadamente hay que tener en cuenta es saber cómo ejercer los derechos para hacer valer el seguro cuando ocurra un siniestro y esto también es parte del mismo contrato. Asimismo, aconseja a los usuarios informarse sobre los corredores de seguros, ya que éstos son fiscalizados por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), por lo tanto, no pueden ejercer su labor si no cumplen con ciertas características que avalen su nivel de conocimiento, idoneidad e intachabilidad comercial. También “están obligados a contratar pólizas de garantía y responsabilidad civil profesional a favor de sus asegurados por los errores que pudieran cometer en la actividad que realizan”, explica Briceño. Mientras que Claude llama a los consumidores a definir sus propias necesidades y situación: “Hay que verificar bien que se estén contratando las coberturas que cada uno necesita, revisar las ofertas del mercado y cotizar tanto los valores de las primas como las formas de pago”. Es decir, hay que ser un consumidor proactivo y estar pendientes de cada uno de los detalles.
Beneficios
Para Briceño, las principales ventajas de contar con un seguro voluntario son: “Personales y familiares, con un seguro obtengo tranquilidad. Se está resguardando en la parte civil ante cualquier siniestro en que se vea involucrado tanto en lo pecuniario como en lo legal producto de un accidente y no exponer a la familia a un deterioro económico y a gastos legales e indemnizaciones que podrían ser muy perjudiciales”. Y agrega: “Más que un gasto es una inversión y un resguardo del patrimonio”. En la práctica, para muchos, contratar un seguro es actuar con responsabilidad social, ya que no se expone a otras personas a un daño que no se puede solventar. Por ejemplo, dentro de la responsabilidad civil se abarca además la indemnizaciones por lucro cesante y el daño moral. Cuando el presupuesto no alcanza para contratar un seguro voluntario con una cobertura total, “se puede contratar un seguro sólo de responsabilidad civil para un vehículo, que cubre los daños que se ocasionan a terceros, por UF 500 para cada sección de indemnización de perjuicios materiales, morales o de lucro cesante, incluyendo los gastos de la representación legal, por una prima de UF 5 anual”, aconseja Briceño. Esto entrega una protección financiera importante, “si entendemos que un abogado sólo por asesoría y representación tiene un costo mucho mayor que ese valor y que además somos responsables pagando si tenemos la responsabilidad, este seguro termina siendo necesario y económico para todo lo que cubre”, puntualiza. “Hay que verificar bien que se estén contratando las coberturas que cada uno necesita, revisar las ofertas del mercado y cotizar tanto los valores de las primas como las formas de pago”. Jorge Claude, Vicepresidente Ejecutivo de Asociación de Aseguradores de Chile. “Lo básico es que cubra incendio, choque o volcamiento, robo y/o hurto, y responsabilidad civil del vehículo asegurado, es decir, daños propios incluyendo los daños a terceros. Este último puede contratarse por separado”. Leopoldo Briceño, Presidente Colegio de Corredores de Seguros & Asesores Previsionales de Chile.
Algunos Consejos
Carlos Gleiser de AseguraTodo.cl entrega las siguientes recomendaciones para los clientes que estén interesados en contratar un seguro para su vehículo: -Lo más común es contratar los seguros de vehículos con algún deducible, la mayoría está entre UF 3 y UF 5, pero hay temas paralelos que son también muy importantes, como ver cuánto cubre en daños a terceros. -Siendo el vehículo un artículo de primerísima necesidad es importante conocer, en caso de siniestro, ¿cuántos días tengo de auto de reemplazo? ¿a qué costo? ¿qué asesoría puedo tener en caso de algún siniestro? – Todo el mundo quiere pagar lo menos posible, pero llegado el momento de un siniestro, ¿tienen la capacidad de ver directamente con la compañía esta situación? Hay que recordar que no todos los siniestros son fáciles de liquidar. La gente cree que ahorrará si lo contrata directo con una compañía y no a través de un corredor. Cuando tienen un siniestro se dan cuenta que necesitan asesoría. Fuente: Diario La Tercera